¿Sabías que si tu salud física o mental están deterioradas no podrás cumplir con tus cuidados?
Uno de los principales retos que tienes como madre de un joven o adulto dentro del espectro autista es ayudarlo a que sea autónomo e independiente, y en ese proceso no perder tu autonomía o dejar de lado tu vida.
Varias veces escucho en terapia que el cansancio que sientes como madre y cuidadora, llega a hartar a tal punto que en muchas ocasiones incluso aparecen pensamientos intrusivos de terminarlo todo o abandonar todo, y es normal dado el agotamiento físico y mental que se vive.
Varios estudios señalan incluso que el nivel de estrés que puede vivir una cuidadora es comparable con un soldado que ha tenido que ir a guerra, y pasar por un evento traumático de esa magnitud, por lo cual es radicalmente importante y necesario acudir a terapia para descargar todo lo que está pasando.
En varias ocasiones en los diversos cursos que he dado a madres de jóvenes y adultos con autismo pude ver el desgaste físico, por enfocarse tanto en el otro, he visto que no son capaces de agacharse o saltar, dolores por todas partes del cuerpo, cuando empiezo a hablar de un tema enseguida arranca el llanto, las experiencias dolorosas, el miedo por no saber qué va a pasar en un futuro donde tú ya no estés.
Al finalizar cada terapia, curso o taller, los comentarios son: por fin pude decirlo sin sentir culpa, puede ver que no estoy sola en esta situación, hace mucho que no lloraba así, ahora puedo abrazar con más calma y amor esta situación, ahora estoy más tranquila, pero esto únicamente pasa si estas en el espacio adecuado y puedes tener un grupo que entienda tu situación.
Tengo una frase que creé hace muchos años, que dice, “la cuidadora tiene la bendición de cuidar a otro y no ser ella la que necesita esa ayuda”, está bien contar con otro, pero está mucho mejor el poder ayudar a otro, por lo que insisto es fundamental que tu salud física y principalmente la mental este al cien para que puedas darlo todo con tu hijo sin desenfocarte de ti y de tu vida.
Si ya estás en esta situación, si ya no puedes más, si no sabes que más hacer, o si piensas ya en dejarlo todo abandonado, busca ayuda, terapia, descanso, un espacio para ti y procura descargar todo lo que ahora está pasando en ti.
Recuerda que más allá del autismo hay vida, y necesitas enfocarte en otras áreas, trabajo, hogar, pareja, familia, escuela, pagos, compras etc., reconozco que la salud mental y física de tu hijo es fundamental pero la tuya también, sobre todo si quieres acompañar más tiempo de vida a tu hijo y verlo conseguir sus metas y sueños y tú también cumplir tus metas y sueños mientras lo acompañas. Necesitas saber que solo estando bien tú, tu hijo va a poder estar bien, si tú le transmites calma, alegría, optimismo, esa va a ser la forma en el que él vea la vida, y cada terapia va a tener logros y avances y aun cuando la cosa no pinte del todo bien tu actitud amorosa y no de cansancio va a ayudar a ser y estar mejor.
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