Sensaciones internas y dificultad para comunicarlas dentro del autismo.

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Una persona dentro del espectro autista en algunas ocasiones puede tener poca comunicación de lo que está pasando con su cuerpo, sus necesidades o sus ideas, y esto no es porque no sepa hablar si no que en ocasiones es complicado describir el proceso interno que está pasando y de esta forma no sabe cómo explicarlo o colocar en palabras aquello que está sintiendo.

Esto a su vez genera una sensación interna de ansiedad pues tu hijo sabe que siente algo, que puede identificarlo y en ocasiones hasta categorizarlo, pero no sabe cómo describirlo a su entorno y es ahí donde aparece la ansiedad dado que al no saber explicar las sensaciones, emociones o ideas hace que se produzca frustración y a la vez molestia y esta se expresa en la mayoría de casos con estereotipias o conductas agresivas, gritos, golpes, o incluso buscando deshacerse de esta sensación estimulando de otra manera su cuerpo.

La ansiedad en la mayor parte de casos de autismo llega en conjunto, en algunos muy marcada y en otros no tanto, con las características propias de un trastorno Ansioso, sudoración de manos, palpitaciones, boca y garganta reseca, temblores en el cuerpo, respiración agitada, hipersensibilidad a sonidos o texturas, taquicardia, ideas de fatalismo entre otras, por lo cual no hay que tomar a la ligera estos signos y tratarlo de manera correcta acudiendo al neurólogo o al psiquiatra pero a la vez acudiendo a terapia psicológica para que aprenda y desarrolle herramientas para poder canalizar las sensaciones corporales internas.

Una de las soluciones más prácticas que se le puede dar a tu hijo es ayudarlo a reconocer las emociones de su cuerpo desde la corporalidad, ¿Qué quiero decir con esto? Que es mejor explicarle a él que es una emoción y vivirla, que llevarlo al plano de lo intelectual donde va a aprender que es lógicamente pero no la va a percibir o ponerle atención a su cuerpo y precisamente lo que tu hijo necesita es eso, desconectar un poco el conocimiento lógico o intelectual y aprender a saber cómo se siente, como se ve corporalmente, como reconocerlo en sí mismo para luego reconocerlo en el otro, estar cansado, enojado, triste, iracundo, y al reconocerlo poder diferenciarlo para luego ponerle palabras y darle sentido a esto que está experimentando.  

Otra de las opciones que tienes es poder llevarlo a practicar un deporte dónde use su cuerpo y pueda llegar a ser consciente de él. Natación, artes marciales, gimnasia, danza, entre otros dónde el usa su cuerpo como herramienta principal, donde la conciencia corporal permita al joven observar y darse cuenta de donde está su pie, como esta su mano, sus dedos, sus rodillas y vaya siendo consciente de que el controla todo y puede moverlo a su antojo, además de poder expresar que siente.

Estas actividades le pueden ayudar a ganar consciencia de su corporalidad y puede ser más sencillo integrar su cuerpo y trabajarlo a nivel terapéutico para disminuir la ansiedad de no saber cómo comunicar sus sensaciones internas.

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