¿Sabías que una persona con autismo tiene muchas dificultades para entender el famoso sentido común?
El sentido común se define como, la capacidad para juzgar razonablemente las situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto, y tu como madre muchas veces te has dado cuenta de esta situación al pedirle respuestas razonables que no aparecen en el momento o la situación y en ocasiones pareciera muy extraño que no entienda si es tan lógico entender la situación.
Varias veces en la consulta llegan madres con diferentes quejas, me dicen es que no sé cómo explicarle que tal situación no es de esta forma o en otras ocasiones me dicen es que pareciera que no entiende, pero yo sé que, si entiende, es difícil hablar con él y no sé cómo expresarme libremente sin tener que explicarlo todo.
La verdad es que a tu hijo dentro del espectro autista le cuesta entender este famoso sentido común, le cuesta ver la situación desde diversos ángulos y en ocasiones no sabe cómo interpretar, tonos, formas, gestos, lenguaje no verbal, respiraciones, y menos aún si no utiliza el contexto a su favor, es necesario que entiendas que esto también es parte del trastorno del espectro autista.
De aquí radica la importancia para que tu hijo aprenda a utilizar el contexto y los micro gestos que expresamos las persona mientras nos comunicamos. No supongas que él tiene que entenderlo porque sí, si tú nunca le has enseñado o no le has llevado a recibir la terapia necesaria, y nuevamente repito lo que en algunos artículos vengo diciendo, la importancia de recibir la terapia acorde a su edad, un joven no puede ser atendido con niños, o con adultos, cada quien tiene sus oportunidades y áreas de crecimiento según su edad y eso hay que respetar.
El sentido común se puede desarrollar siempre y cuando reciba el apoyo necesario, y vaya acompañado este aprendizaje de ejemplos, retos y sobre todo cariño, no hacer las cosas por él, no desesperarse por que no lo entiende o no lo hace rápido, tampoco frustrarse porque ya debería entenderlo, ya le explicaste una y otra vez y sigue igual, ni modo hay que repetir e insistir hasta que este punto quede de alguna manera grabado en su cerebro.
No decaigas en tu extraordinario trabajo de cuidadora, trata de que las respuestas de tu hijo cada vez más vayan acercándose a la edad que tiene, a la situación que está viviendo, y en respuesta a aquel problema al que se está enfrentando.
Si crees que tú ya no puedes ayudarlo o ya no tienes las estrategias necesarias busca ayuda, y no únicamente para él, tú también necesitas saber qué hacer y esta parte es fundamental y necesaria, pues tú te conviertes en su sentido común, en lo que tu hijo va aprendiendo así que necesitas saber qué y cómo hacerlo para que tu hijo pueda creer que puede.
Tu hijo te necesita y junto a ti toda tu familia, necesita que lo ayuden a comprender este mundo diverso y cambiante, necesita apoyo y en ocasiones mucha paciencia, la condición que trae consigo no lo hace consciente de muchas cosas lógicas u obvias, necesita ser tratado con respeto y ser valorado por su punto de vista, no lo trates como tonto, ni permitas que lo traten así, siempre puede aprender si tienes la paciencia y disposición para hacerlo.
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