En ocasiones tu hijo responde de manera exagerada frente a una situación que se salió de control o no salió como el esperaba y arroja cosas, ¿grita, rompe o destruye objetos y tarda en calmarse y tú no sabes cómo actuar?
Esto no es normal en un joven o adulto dentro del espectro autista y necesitas dejar de normalizarlo o colocarlo como un síntoma más de la condición, necesitas empezar a observar la situación y entender que te quiere comunicar esas conductas.
En la mayoría de casos en que se muestran estos síntomas está presente una muy baja tolerancia a la frustración y obtener una gratificación inmediata de algún objeto que quiere, o de alguna conducta que no quiere modificar.
La escasa tolerancia a la frustración hace que las respuestas de tu hijo sean de esta manera, ya que seguramente durante gran parte de su vida se manejó así, por lo cual cuando hay una repuesta diferente a la que quiere aparece el berrinche con agresión e incluso violencia.
Si tu hijo tiene un diagnóstico reciente necesitas empezar el trabajo con él en este control de impulsos y gratificaciones inmediatas y tu como madre necesitas entender que no es tu obligación darle todo lo que él quiere en ese momento o chantajearlo para que haga cosas a cambio de un obsequio, una ganancia, permiso para tener más tiempo frente a los videojuegos.
Es necesario junto con el proceso terapéutico empezar a trabajar en casa la tolerancia a la frustración y poco a poco ir cortando tiempos de internet, exposición a pantallas, masturbación en cualquier lugar de casa, tocar a personas o decir groserías frente a personas por que está molesto, entre muchos otros ejemplos más que me he encontrado en mi experiencia con pacientes dentro del espectro autista.
El exponerlo a la frustración es bastante difícil para la mayoría de padres puesto que prefieren tenerlo en cama jugando videojuegos que enfrentar a la realidad de gritos o violencia que se puede mostrar, hay que superar este primer momento y tomar la situación de manera seria y empezar un trabajo muy coordinado, formal y serio en cuanto a la modificación de conductas de tu hijo y ayudarlo a encontrar nuevas herramientas y opciones para canalizar su frustración y su molestia.
Necesitas como madre dejar de creer que tratarse a los gritos, con violencia o agresividad es parte del autismo, puesto que no es así, el autismo no convierte a la persona en alguien agresivo o violento, son las conductas que no están expresadas ni orientadas de la mejor manera lo que hace que esto pase, trabaja en esas ideas, confronta la situación, apóyate terapéuticamente, fortalécete tú para poder ayudar a tu hijo, ve a terapia, busca ayuda profesional orientadas hacia tus necesidades y las de tu hijo y dedícate a transformas esta situación en un ambiente donde tu hijo pueda crecer y expresar sus emociones de una manera correcta.
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